El nacimiento del médico.

Antes de aparecer el hombre sobre la Tierra existieron las enfermedades. En la Edad de los Reptiles, previamente a que la superficie de la tierra se cubriera por última vez de una capa de hielo, las dolencias habían iniciado su labor destructiva. En los restos fósiles de dinosaurios, se han encontrado indicios de fracturas y contusiones; hay pruebas que esos huesos se curaron, se soldaron, lo que demuestra que algunos de aquellos enormes animales anduvieron cojeando.

La Historia del Mundo está escrita en archivos de roca y tierra, y si bien las pruebas de tales contusiones y fracturas han sido encontradas, lo que es más importante son las pruebas existentes de que entonces ya existían las infecciones. Existen huesos prehistóricos donde se aprecian formaciones de tipo esponjoso que demuestran la existencia, desde entonces, de una especie de reumatismo articular, y en una de las patas de un esqueleto de un dinosaurio con cuernos, que se descubrió hace relativamente poco tiempo, se advierten las huellas de un absceso que contuvo cerca de dos litros de pus.

Así, hace miles de años se estaban preparando los actos y el escenario, para lo que en el futuro tendría que afrontar la raza humana: la gran batalla de las enfermedades contra el hombre y la defensa del hombre contra las enfermedades.  

Hace treinta o cuarenta mil años cuando las grandes masas de hielo fueron retirándose de la superficie, el aire principio a secarse, y grandes praderas hicieron su aparición a la vez que el hielo se retiraba y una tenue hierba esparcida comenzó a crecer.

Y fue la hierba la que atrajo a los animales a descubrir los nuevos prados. Siglo tras siglo, lentamente, vinieron los animales de piel larga y después, a medida que el clima cambiaba, los herbívoros de pelo corto. 

Siguiendo a los herbívoros aparecieron los animales presa: el oso, el zorro, la hiena de las cavernas... Y por fin hizo su aparición el hombre.

Olvidando al de hace 50000 años, me referiré al hombre que seguía al reno y cuando menos en apariencia, no pierde en comparación con el hombre moderno: de estatura casi gigantesca, seis pies bien cumplidos, cuerpo erguido, piernas y brazos vigorosos y cabeza grande; es el llamado hombre de Cro-Magnon, debido a que fue en las cavernas de Cro-Magnon, en Dordogne (Francia) done primero encontraron sus restos.

Este pueblo primitivo tiene un interés especial desde nuestro punto de vista, debido a que en él hallamos los primeros vestigios de la existencia de un médico.

Hace veinte mil años empezó la batalla entre el hombre y la enfermedad; cada pequeño grupo humano eligió al más connotado para que eligiera los elementos de que disponía, para luchar por su salud y su vida.

El animal lucha solo contra sus dolencias físicas, ya que ninguno de los de su especie le presta ayuda. Una bestia inválida se esconde de las demás por temor a ser despedazada; se lame sus llagas en la soledad, y si se agrava se arrastra a un rincón oscuro para morir sin que nadie le preste ayuda. No cabe duda alguna de que así hizo el hombre primitivo al sentirse atacado por la enfermedad o estar herido; todo el mundo huía del enfermo, que moría abandonado. Estos hombres primitivos ni siquiera enterraban a sus muertos. Fue el hombre de Cro-Magnon quien inició la caridad, la buena intención de ayudar al incapacitado y al doliente, de luchar en su defensa, contra sus padecimientos físicos, el que dio el primer paso adelante en la batalla contra las enfermedades. Nadie puede pelear solo contra las afecciones del cuerpo, y mucho menos el que sea victima de tales males.  

Esta caridad, en cierta medida cuando menos, hizo que las tribus tuvieran jefes investidos de autoridad para combatir las enfermedades: los hechiceros.

Merecen un lugar en esta narración puesto que de acuerdo con lo que se ha podido averiguar, fueron los primero entre los hombres que se unieron en la lucha contra las enfermedades. Ellos legaron el primer y muy importante principio de la Medicina: la creación de hombres cuyo deber es dedicarse al cuidado del enfermo y del inválido, hacer todos los esfuerzos posibles para salvar a sus semejantes de las enfermedades; fueron estos hombres primitivos, que vivían en tribus, los que crearon al Doctor en Medicina.

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